"Es un Congreso importante porque este año vamos a
tener elecciones, un hecho inédito en el movimiento obrero, tanto en
Argentina como en el mundo, en el que los trabajadores podemos elegir
por el voto directo y secreto a sus representantes", dijo Pablo Micheli,
secretario adjunto de la CTA en el Congreso Nacional de Delegados que
sesionó el viernes en Embalse Río lll de la provincia de Córdoba.
"Este es un Congreso importante de la Central, en un año donde vamos a
tener elecciones, que es un hecho inédito en el movimiento obrero,
tanto en Argentina como en el mundo, que los trabajadores podamos elegir
por el voto directo y secreto a la conducción de la Central de
Trabajadores de la Argentina. Así que el Congreso se dio en ese
contexto, en un grado de unidad importante. Lo que pasa ahora nos
permite poder soñar con la posibilidad de llegar al 23 de septiembre,
fecha de las elecciones, en unidad", reconoció Pablo Micheli, titular de
la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA) y secretario adjunto de
la CTA a nivel nacional.
El dirigente, que fue ovacionado al subir al escenario luego de una
prolongada ausencia debido a una delicada enfermedad, indicó que
"también es posible que tengamos más de una lista y esto forma parte del
juego democrático, la pluralidad y la diversidad que nosotros venimos
reclamando y peleando desde hace muchos años. Por eso, que haya elección
en nuestra Central es importantísimo y que salgan congresos como el de
hoy, donde se aprobaron cosas tan importantes como el respaldo a la
movilización de los pueblos originarios, que vienen marchando desde
Jujuy pasando por distintas provincias del país para llegar el 20 de
este mes a la Plaza de Mayo, son cosas muy importantes que ponen a esta
Central discutiendo en cuestiones que van más allá de lo
reivindicativo".
Consultado acerca de la perspectiva de construcción de la CTA de los
próximos diez años, Micheli expresó: "En primer lugar, decimos
claramente que entendemos que esta Central es de los trabajadores. Ni de
este Gobierno, ni de los patrones, ni de los partidos políticos. Una
definición que parece repetida y trillada pero que en realidad es
fundamental, porque no se puede pensar en pluralidad e identidad, en
libertad y democracia sindical si no se entiende que la Central debe ser
una organización absolutamente autónoma de los partidos políticos, del
Gobierno y de los patrones. Por eso ratificamos estas cuestiones".
Y agregó: "Una Central de masas, que es lo que queremos construir,
tiene que tener tres o cuatro millones de afiliados. Hacia ese objetivo
va nuestra discusión como Central de trabajadores. Y una Central que
esté también previendo los destinos del país. No solamente las
cuestiones que tienen que ver con el salario son importantes,
fundamentales. Sino también los destinos de la Nación, jugando los
trabajadores un papel fundamental en lo que significan las grandes
decisiones fundamentales de la Argentina".
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