Este es el coctel que se viene dando en la municipalidad de Villa María que gobierna Eduardo Accastello. En el día de hoy, sin dar muchas explicaciones, por lo menos ninguna coherente, el secretario de gobierno de la Municipalidad de Villa María dijo que no se reuniría como estaba previsto con los delegados gremiales de la Casa Municipal que pertenecen a la CTA. Algunos de ellos son los que hace pocos días sufrieron atentados en la horas de la noche.
El secretario Rafael Sachetto había dado su palabra de que hoy a las 16,30 recibiría a los delegados que hace más de dos meses reclaman el pago del adicional por movilidad que desde hace tiempo se abona a trabajadores de otras reparticiones.
Los trabajadores que no cobran los 160 pesos de ese adicional se sienten discriminados al no ver que existan razones para esa injusticia, “Vivimos tan lejos o tan cerca de nuestro lugar de trabajo como los otros trabajadores que si cobran esto. Acaso creerán que todos vivimos en el centro, hay compañeros que tienen sus casas en lugares donde no pasa el colectivo”.
En un momento se decía que el reclamo de los trabajadores estaba motorizado por una disputa de la interna gremial que tendría expresión en la elección del SUOEM. Como los delegados no presentaron lista para aspirar a la Comisión Directiva, apostaron que se gastaran y que las asambleas decayeran por el efecto de las sanciones que fueron tomando en contra del ejercicio del derecho a realizar asamblea que tienen los trabajadores. Como las reuniones fueron fortaleciéndose y los trabajadores se solidarizaron con las denuncias públicas que seis mujeres realizaron por acoso sexual, dos de ellas en tribunales, salieron a decir que no aceptaban dialogar con aquellos que denunciaban acoso sexual. Los trabajadores respondieron que no puede negociarse la denuncia de acoso sexual, que lo menos que pueden hacer es solidarizarse con aquellas mujeres a las que se les ha violado sus derechos fundamentales. Pero el accastelismo se manifestó contrario a que se denunciaran a los jefes de tránsito en el municipio y a la vez integrantes de la Comisión Directiva del SUOEM. Entonces de nuevo se bajaron del diálogo.
Hoy nuevamente han desechado el diálogo luego que los trabajadores dejaran de hacer asambleas para facilitar el mismo. Es claro que el accatelismo no quiere solucionar el conflicto y lo que realmente busca es lograr un clima enrarecido que le permita sancionar a los trabajadores, en especial a los delegados que se han solidarizado con las mujeres que denuncian acoso sexual y que continúan demandando la finalización de la precarización laboral entre los trabajadores municipales.
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