miércoles, 20 de febrero de 2008

SE CANSÓ DE GRITAR PIDIENDO JUSTICIA Y SE COSIÓ LA BOCA

Jorge Alberto Luna, detenido en la cárcel de Villa María por la pueblada de Corral de Bustos se cansó de pedir justicia y se cosió la boca. También se hartó de ver cosas poco clara en la causa judicial y se zurció los párpados. Está reclamando celeridad, una real búsqueda de la verdad, su libertad y la de sus tres compañeros, para esperar el juicio. Una vez más manifestamos que la justicia cordobesa, en la causa iniciada por la pueblada de Corral de Bustos, rinde uno de sus más trascendentes exámenes ante el pueblo soberano. En la tramitación de esta causa, como ha quedado demostrado, se dio la tortura para falsificar declaraciones en contra de los vecinos; se tomaron medidas judiciales sin sentido (como es el caso de la detención del Sr. Romani que el día de los hechos estaba en Rosario);mintió personal del Poder Judicial; y un largo etcétera que incluye una denuncia de hace pocos día de otra persona “apretada” para que mintiera implicando a vecinos del lugar en el incendio de los tribunales. Como si todo esto fuera poco, en la causa hay testimonios que implican al propio Juez Farías (quien estaba a cargo del tribunal de Corral de Bustos) como uno de los posibles animadores del fuego que quemó la sede tribunalicia. Los vecinos de Corral de Bustos continúan reclamando justicia real, e investigación seria junto a la libertad para los detenidos en una causa totalmente amañada y con muy serios problemas de legitimidad. Hoy asistimos al dolor del vecino JORGE ALBERTO LUNA que ha decidido coserse la boca y los párpados de un ojo como manera de llamar la atención acerca de su propia situación y la de sus tres compañeros de celda que están detenidos por una causa en la que la justicia debe investigar a agentes propios. Paso que aún no ha dado. Luna lleva 300 días encarcelado y el pueblo de Corral de Bustos está en medio de las consecuencias de un trauma social que tendrá repercusiones que pocos se animan a pensar. Se ha pretendido elevar la causa a juicio mediante una resolución que carece de fundamentos fácticos y jurídicos, con pruebas inconsistentes para sustentar un razonable juicio de probabilidad sobre la posible condena de quienes hoy están detenidos. Solo se enuncia apreciaciones subjetivas, sin respaldo fáctico, fórmulas vacías de contenido, con inconexas transcripciones de testimoniales que no logran explicar los reales extremos de las imputaciones. Al vecino Jorge Alberto Luna se lo acusa de ser instigador del incendio Doblemente calificado, pero sin elemento contundentes que hagan verosímil ese cargo. Se dan como pruebas fotografías en las que se muestra a Luna participando de la manifestación, un video en el que hace ademanes y, de manera arbitrara (sin que consten en la prueba) se le atribuye la capacidad de indicar a un grupo de jóvenes que ingresen a los Tribunales. La fiscalía confunde los actos de gritar, insultar y estar dolido por la falta de un servicio serio de justicia con el delito de instigación. Luna ha insultado, pegado patadas, tirado piedras, prendido fuego a gomas en la calle como en tantas manifestaciones, pero se le endilga, sin base probatoria, ser instigador. Hoy, lamentamos que el vecino de Corral de Bustos, que algún día volvió a insertarse en su sociedad, este cumpliendo 300 días detenido. La justicia de Córdoba, debe acelerar los trámites y dejar libre estas personas hasta la realización de un juicio en el que se ventilen las responsabilidades de todos los actores. Incluidos, claro está, los miembros del Poder Judicial y de la policía que han actuado indebidamente. CTA Villa María Jesús Chirino -Sec. de Derechos Humanos José Luis Bernabé - Sec. de Organización Camilo Rodríguez - Sec. General

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