lunes, 11 de febrero de 2008

CAPATAZ DANIEL ALDECO

FERNANDO CEBALLOS,enfermero profesional, escribió está nota dirigida a los trabajadores municipales, luego de conocer los actos violentos y discriminatorios desarrollados por el médico Daniel Aldeco quien amenazó a trabajadoras municipales. Ceballos enmarca ese accionar en una política que desmerece, de manera constante, a los trabajadores. Algo que, el autor se encarga de señalar, es contrario al verdadero ideario peronista. - - - - Carta a mis compañeros de trabajo: Desde el advenimiento del acastellismo al poder municipal y regional, el modelo memenista se instalo decidida y fuertemente entre nosotros para no irse. Entre las particularidades de este sistema nefasto y alienante, el poder local (marido y mujer) ha profundizado medidas en desmedro de los trabajadores (y pensar que cantan la marchita "...combatiendo al capital") y de lo publico. Con un discurso ambiguo y contradictorio, pero a su vez cautivante y protector, el matrimonio fue desvantando sistematicamente las condiciones laborales y salariales de los trabajadores municipales. Muchos ya ni siquiera piensan en cosas por las que el peronismo popular peleó a destajo: reivindicaciones de los trabajadores. Las instituciones cualquiera sean, estan pobladas de seres humanos, sin ellos las instituciones sólo serían paredes y ladrillos apilados. La esencia de toda institucion es la compañeros, esto no es peronismo. Esto es capitalismo rancio y grosero, que vende al mejor postor las joyas de la abuela. Una de esas joyas fue hace no mucho tiempo el capital humano que habia en las arcas de la Municipalidad de Villa María. Eso ya no existe, el trabajador y su trabajo son denigrados, ninguneados, bastardeados, desacreditados y negados por capataces controladores de turno. Esta precarizacion ha hecho que muchos de estos disciplinadores locales que estaban como trabajadores hoy sean los verdugos de sus propios compañeros por unos pocos pesos y por mucho resentimiento. El poder ha hecho estragos en muchos de nosotros, que con la complicidad de sindicalistas genuflexos y el miedo como motor de toda esta parafernalia mortificadora, han podido doblegar a los reclamos que cada vez son menos. El trabajo seguro de los empleados municipales, hoy ya no esta ese trabajo seguro y digno.

No hay comentarios: