En la oportunidad, la máxima instancia deliberativa de la Central pasará revista a la situación política, económica y social del país y la región, después de un año donde el conjunto de la militancia de la CTA y de otros sectores del campo popular protagonizaran trascendentes hechos masivos. Tal fue el caso del Encuentro Nacional hacia una Constituyente Social que se realizó en Jujuy el 24 y 25 de octubre del que participaron alrededor de 30 mil militantes populares, y la Marcha Nacional del 12 de diciembre que colmó con 50 mil personas la histórica Plaza de Mayo para denunciar que el hambre es un crimen y reclamar la Asignación Universal por Hijo.
Tampoco pasará desapercibido en el debate la potencialidad que implica para el surgimiento de organizaciones de trabajadores de nuevo tipo el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación consagrando los principios de libertad y democracia sindical.
En el Congreso también se pondrá a consideración la elevación del Departamento de Discapacidad al rango de Secretaría de Discapacidad, un justificado reconocimiento a la tarea que por la integración y los derechos de los trabajadores discapacitados viene llevando adelante el área liderada por Carlos Ferreres.
Distribución de la riqueza
El reciente Foro Social Mundial realizado en Belén, Brasil, también ha significado un salto cualitativo expresado en la presencia activa de cinco presidentes que reafirmaron su compromiso en buscar una salida a la crisis provocada por el capitalismo internacional que no signifique más de lo mismo, sino que suponga una oportunidad para que no sean los pobres los que terminen pagando la cuenta del banquete de los ricos.
En ese sentido, la CTA viene pregonando la necesidad de que cesen por 180 días las suspensiones y despidos, ha reclamado un piso de incremento del 25 % para la discusión salarial que se avecina y que el Gobierno, en lugar de seguir subsidiando a las empresas, ponga dinero en los bolsillos de los trabajadores a través de políticas universales para mantener el nivel de actividad en el mercado interno. En este punto la Central ha sido terminante en rechazar el chantaje de las patronales que pretenden canjear salarios por la preservación de puestos de trabajo.
Los presidentes de Brasil, Lula Da Silva; de Bolivia, Evo Morales; de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa y de Paraguay, Fernando Lugo, se encargaron de remarcar en Belén la importancia de los movimientos sociales y las organizaciones populares para sustentar el proceso de transformación política, económica, social y cultural que viene despuntando desde hace más de un lustro en esta parte del Continente.
Trabajadores de la actividad pública y privada, activos y jubilados, formales, precarios, cuentapropistas, enrolados en organizaciones sindicales con personería gremial o simplemente inscriptas; militantes de organizaciones barriales, comunitarias, juveniles, de discapacitados, migrantes y todos aquellos que integran las federaciones de trabajadores de la Energía, de la Industria, de Jubilados, de la Salud, de Cultura y Comunicación, etcétera, serán protagonistas del próximo Congreso Nacional de la CTA.
La voluntad de reafirmar los ejes fundantes de la Central: identidad de clase, autonomía y pluralismo, garantizan el fortalecimiento y crecimiento de esta herramienta colectiva de encuentro y realización de la clase trabajadora.
Somos Pueblo. Somos Trabajadores. Somos CTA. He allí la síntesis que proclama la convocatoria al próximo Congreso Nacional que sesionará a fines de marzo en Buenos Aires.
No hay comentarios:
Publicar un comentario