martes, 8 de julio de 2008

EL FISCAL

Los cordobeses estaríamos a punto de ver destituido a quien, pienso, ha sido paradigma de los malos fiscales. Según se publicó en medios provinciales, está todo dado para ver expulsado del sistema judicial a Raúl Moll, quien que era titular de la fiscalía de Corral de Bustos cuando allí, el 4 de diciembre de 2006, se produjo la pueblada en contra de la virtual suspensión del servicio de justicia que sufrían los vecinos del lugar. Cabe recordar que luego de esos hechos, este abogado llegó a ser el postulante con mejor calificación para ocupar la Fiscalía Federal de Villa María. Desde la CTA local nos opusimos formalmente a su nombramiento por considerar que Moll es un personaje nefasto para la justicia. El nombramiento no se produjo y, quién fue criticado y acusado formalmente por los vecinos de Corral de Bustos, por su mal desempeño ahora enfrenta el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial. Queda en manos de los integrantes del JURY, Aída Tarditti, Walter Saieg, Miguel Nicolás, Rodrigo Serna y Domingo Carbonetti, concretar la destitución de este personaje que, como es de público conocimiento, llegó a fraguar una carpeta médica para viajar al exterior. Moll también ha cometido otras numerosas irregularidades, que difícilmente pueda explicar. Algunas de ellas serán consideradas por el Jurado y otras, de manera lamentable, sólo seguirán abonando ese sentir popular en el cual el trabajo de la justicia cordobesa parece estar bastante desprestigiado. Prueba de ello son las innumerables marchas, movilizaciones y protestas que en los últimos años se han producido en diferentes ciudades de la provincia. La particularidad de la pueblada de Corral de Bustos estuvo dada por la participación de dos mil habitantes en una localidad de doce mil almas y, cosa que no es menor, el incendio de la sede judicial. Pero las autoridades han dado poca importancia a las voces que, de manera insistente, hablaron de la necesidad de investigar la hipótesis que señala a hombres del mismo sistema judicial. Ahora el Jury ya rechazó el descargo de Moll y pidió que el Fiscal General de la Provincia eleve una acusación formal. Luego vendrá la audiencia de destitución. Resultaría bueno para el sistema judicial que no surja ninguna “trampita” y este mal hombre de la justicia realmente sea destituido. Es bueno que pase eso y no lo que pasó con Jorge Farías, el Juez de Corral de Bustos cuando la pueblada, sobre quien pesaban acusaciones formales pero tuvo el privilegio de poder renunciar como Juez y seguir trabajando en el Poder Judicial de Córdoba. Pienso que si Moll es destituido la justicia cordobesa suma, como sumaría en Villa María si esclareciera el atentado contra el fiscal Francisco Márquez, apresara los autores intelectuales del atentado contra Roganti, esclareciera las muertes y desapariciones que desde hace años no tienen explicaciones y avanzara en las causas que tratan delitos cometidos por hombres relacionados con el poder. Un ejemplo es el caso en que dos ciudadanas denunciaron públicamente, mediante la prensa (que a algunos fiscales no les gusta tanto), que trabajando para el Estado sus superiores todos los meses les quitaban dinero para un fondo. La posible comisión de delito se llevó ante los fiscales, nunca llamaron a las denunciantes. Parece que Moll se irá. Eso suma, pero igual es interesante pensar que si un sistema judicial funciona correctamente, atribuyendo las responsabilidades y penalidades correspondientes, resulta una instancia fundamental a la hora de propiciar la recuperación emocional y física de los sujetos afectados por el accionar delictual. Aunque resulta una obviedad me parece que debe decirse que cuando no pasa eso, es que estarán pasando otras cosas. - Jesús Chirino -

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