Abrazos
Cuando las Abuelas anuncian que
encontraron otro nieto parece ser que todo el mundo anda metiéndose en brazos
de otro. Es que pesan, y mucho, aquellos abrazos guardados para quienes no sabemos
donde están y cuando los encontramos no queda otra que andar abrazándonos entre
nosotros. Al encontrar otro nieto pasa eso, todos encontramos un poco de lo
mejor de nosotros mismos. La restitución de la identidad de un nieto es algo
que trasciende a esa familia en particular, nos abraza a la sociedad toda. Es una
gran contribución de las Abuelas a nuestra identidad colectiva.
Cuando las Abuelas de Plaza de
Mayo dijeron que encontraron otro nieto, se dispararon una serie de detalles
que hacen a varias historias. Francisco Madariaga Quintela, el nieto, declaró
que vivió 32 años como un fantasma y que sentía un vacío que no podía explicar.
Es que del otro lado había un padre, y las Abuelas, buscando.
Sin saberlo Francisco sufría el
peso de los indebidos silencios, de los ocultamientos, de los pactos mafiosos
que impregna la atmósfera que generan aquellos que siguen callando lo que otros
tanto ansían escuchar. No puede explicarse racionalmente pero seguro que algo
le hacía intuir que faltaba información, seguro algunas veces no se encontraba
y es casi lógico que eso pasara, pues le habían ocultado quién era. En algún
lugar de su corazón sentía ese vacío entre los brazos de su padre que lo
estaban esperando para apretarlo al pecho.
En la conferencia de prensa en
que se hizo el anuncio emocionaron los abrazos de Abel Madariaga y su hijo. Y pensar
que existen más de cuatrocientos nietos para los cuales también existen muchos
abrazos guardados, de esos que se prolongan, que nos ahogan de emoción, de esos
abrazos que matan el vacío que podemos sentir.
El papá Abel sabe mucho de eso y
lo ha compartido con todos los que le quisimos escuchar, luego de abrazar a su
hijo dijo “se me llenó el alma de alegría y sentí la mayor felicidad de mi
vida”.
Vos que les esto, si naciste
entre 1975 y 1982 y alguna vez sentiste un vacío, pregúntate si no será que
existen algunos brazos dispuestos a que te sumerjas en ellos. Acércate a las
Abuelas
Jesús Chirino
No hay comentarios:
Publicar un comentario