martes, 11 de diciembre de 2007
Contra la democracia sindical -
Quizás el acto más democrático que existe en las organizaciones gremiales es la elección de delegados. Allí se eligen aquellos compañeros de trabajo, con los que se comparten las jornadas laborales, para que nos representen ante la patronal. En el día de la fecha ese elemental, pero profundo, acto democrático se desarrolló en el Hospital Regional “Luís Pasteur” de Villa María. Pero, la fiesta democrática no fue completa, fue tristemente empañada por el director del nosocomio. El médico Guillermo Tomas impidió que los afiliados de ATE-CTA pudieran emitir su voto en el edificio del hospital. El gremio, que cuenta con setenta afiliados en el lugar, debió armar la mesa de votación en la vereda a la vez que el baúl de un automóvil ofició de cuarto oscuro. Para justificar esta actitud, discriminatoria y reñida un elemental sentido democrático, el director del hospital se amparó en un cuestionado dictamen (nº168) que en 2005 libró la Dirección General de Personal de la Provincia de Córdoba negando jurisdicción al gremio en contraposición de lo establecido por el Ministerio de Trabajo de la Nación que sí le reconoce ATE incumbencia en todo el ámbito estatal, tanto nacional, provincial como municipal.
Pero es Villa María, con Tomas, el único ámbito provincial donde se ha dictado esta autoritaria medida dificultando el cumplimiento de los derechos de los trabajadores. La organización gremial igual realizó la apertura de la mesa de votación en la vereda del Hospital, elevándole a la delegación provincial del Ministerio de Trabajo de la Nación el acta que por la situación se levantó a las seis de la mañana.
La actitud despótica de Tomas no puede ser despegada de otros casos que vienen sucediendo los últimos días en Villa María, como el despido “telefónico” de una psicóloga municipal, la no respuesta a la solicitud de cese de actos discriminatorios contra dos empleadas municipales y la denuncia del impedimento para ingresar a sus lugares de trabajo que sufrieron.
Un dato que no debe escaparse es que ATE-CTA hace más de 15 años que posee afiliados y realiza actividades gremiales en el Hospital “Luís Pasteur”, pero los grandes problemas con los directores de la institución se iniciaron hace aproximadamente un lustro cuando se apoyó una denuncia por robos de drogas oncológica en el lugar.
Otra costado importante de este lamentable hecho de cercenamiento de la libertad de los trabajadores, es el hecho de que Villa María, según la óptica de quienes gobiernan la provincia, parece no poseer médico capaces para hacerse cargo de la dirección del establecimiento. Cuestión que debiera ser revisada dado que es necesario que aquellos que cumplan ese rol tengan una importante inserción social, cuestión en la que la actual dirección no se destaca.
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