Desde hace días, empleados de varias reparticiones municipales de Villa María reclaman al intendente Eduardo Accastello el pago del adicional por movilidad que hace tiempo abona en otras reparticiones locales. El reclamo ha terminado desnudando la complicidad de la cúpula sindical y la patronal en contra de los empleados.
La autoridad comunal no posee argumentos para pronunciarse por la negativa ante el pedido de los trabajadores, como tampoco tiene posibilidad de explicar la discriminación que realiza al pagarle a uno sí y a otros no.
Un grupo de delegados gremiales, junto a sus compañeros, sostienen el reclamo a pesar de la posición del la Comisión Directiva del SUOEM que, complotada con el accastelismo, les niega el apoyo.
El poder ejecutivo local amenazó con descontar las horas de asamblea e iniciar acciones legales contra los delegados que impulsan la medida. Pero los delegados se sostienen en el convencimiento que el reclamo es justo y que "el sindicato son los trabajadores y no los acomodaticios que traicionan a los mismos".
El accastelismo, desgraciadamente, posee antecedentes en avalar la discriminación. Hace tiempo una trabajadora, con el apoyo de la CTA denunció un funcionario por discriminación. El INADI, luego del proceso obligatorio, confirmó que Henry Rapetti, funcionario del área deportes de la Municipalidad de Villa María, había tenido conductas discriminatorias que se enmarcaban en lo que suele denominarse nuevo "racismo" al burlarse reiteradamente de la trabajadora por sus características físicas. El Intendente Municipal Eduardo Accastello avaló esas conductas al ascender el funcionario que en todo momento se negó a pedir disculpas a la trabajadora.
A partir de este lunes, los trabajadores municipales inician una campaña de esclarecimiento en la comunidad para que se conozca cuál es su reclamo e insisten en que no quieren "hijos y entendados entre los empleados. Como tampoco entre los contribuyente ya que vemos que los pariente de los funcionarios no pagan impuestos y nadie en el municipio los intima".
Por estas horas el accastellismo, en lo político, cuenta con el apoyo de sectores autodenominados progresistas que poco dicen de la precarización laboral que son objeto los empleados municipales y menos dicen del reclamo por la no discriminación que se ha planteado por estos días.
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